tortícolis congénita

¿Qué es la tortícolis congénita?

La tortícolis congénita es muy común entre los recién nacidos. Se habla de tortícolis congénita cuando el bebé nace con esta patología aunque puede tardar hasta 2 meses en desarrollarse.

Aproximadamente 1 de cada 250 bebés nace con la enfermedad, lo que la convierte en una patología común y, curiosamente, hasta el 20 por ciento de los bebés que nacen con tortícolis también nacen con displasia de cadera.

La tortícolis congénita puede estar provocada por colocación del bebé en el útero durante su desarrollo, o provocada por un parto difícil o con instrumentación. En algunos casos, mucho más raros, la tortícolis puede ser un efecto secundario de una afección más grave.

Causas de la tortícolis congénita

La palabra tortícolis proviene del latín y significa “cuello torcido”. La causa más frecuente de torticolis es la lesión del músculo esternocleidomastoideo. En ocasiones se puede incluso palpar un pequeño nódulo en la parte lateral del cuello. 

Este músculo posibilita la rotación e inclinación del cuello. Por lo tanto, su lesión produce que el bebé tenga el cuello torcido hacia un lado y el mentón inclinado hacia el lado contrario.

    Síntomas de la tortícolis congénita

    El principal síntoma de la torticolis congénita es la tendencia del bebé a mirar siempre hacia el mismo lado. La rotación cervical hacia el otro lado está limitada a causa de la lesión.

    El niño tiene una postura mantenida por la rigidez del cuello hacia uno de los lados, lo que puede provocar un aplanamiento del cráneo en el lado que mantiene apoyado conocido como plagiocefalia postural (asimetría craneal).

    La limitación del rango de movimiento del cuello puede dificultar otras actividades que requieran el movimiento cervical como por ejemplo la lactancia materna.

     

    Tratamiento quiropráctico de la tortícolis congénita

    El tratamiento varía dependiendo de la severidad del problema. Los ajustes quiroprácticos pediátricos pueden ser una opción totalmente segura y eficaz. Los niños con tortícolis generalmente tienen subluxaciones en las primeras vértebras cervicales. Las subluxaciones son disfunciones de las vértebras que causan bloqueos en el cuerpo.

    El quiropráctico mejora el funcionamiento del cuello del bebé eliminando los bloqueos mediante ajustes en la columna vertebral. Dotan el cuello del niño de más movilidad. El tratamiento se complementará con ejercicios de estimulación hacia el lado con el déficit de movimiento cervical.

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